martes, 7 de agosto de 2012

Como los niños...

Hace tiempo que no publico nada así que aprovecharé esta canción de Facundo Cabral: Vuele bajo. Según él -durante una entrevista en un programa argentino- fue la primera canción que compuso y cantó en publico.

Atención a la letra... volemos bajo, miremos abajo y pongamos atención a la familia, a los amigos, a la diversión, a un buen libro, a una buena charla, a un buen trago... a las cosas que de verdad importan y nos hagan feliz. Seamos como el niño, sorprendámonos de todo y de nada.

Risueños como los niños... la vida puede ser complicada y alocada, pero Facundo pudo enseñarnos que pese a las adversidades podemos seguir siendo felices. Seamos curiosos, pícaros, inocentes y sin malicia... seamos eso y mucho más; seamos como los niños.



-Gracias...gracias. Dios espera que el hombre vuelva a ser un niño para recibirlo en su seno.

No crezca mi niño, no crezca jamás
los grandes al mundo le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona cada día más.
Y pierde el camino por querer volar.

Coro:
Vuele bajo porque abajo 
está la verdad.
Eso es algo que los hombres
no aprenden jamás.

Por correr el hombre no puede pensar
que ni el mismo sabe para a donde va.
Siga siendo niño y en paz dormirá
sin guerras ni máquinas de calcular.

Coro:
Vuele bajo porque abajo 
está la verdad.
Eso es algo que los hombres
no aprenden jamás.

-Diógenes cada vez que pasaba por el mercado se reía porque decía que le causaba mucha gracia y a la vez le hacía muy feliz ver cuantas cosas había en el mercado que el no necesitaba. Es decir, que rico no es el que más tiene sino el que menos necesita... es decir, mano ocupada, mano perdida... es decir, el conquistador por cuidar su conquista se transforma en esclavo de lo que conquistó. San Francisco decía lo que talvez era la fórmula de la felicidad: Deseo poco y lo poco que deseo, lo deseo poco.

Dios quiera que el hombre pudiera volver
a ser niño un día para comprender...
que está equivocado si piensa encontrar
con una chequera la felicidad.

Coro:
Vuele bajo porque abajo 
está la verdad.
Eso es algo que los hombres
no aprenden jamás.

-Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos será el reino de los cielos, que si se me permite -y de esto doy fe-, incluye la Tierra; aunque los hombres...

no aprende jamás...

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