jueves, 20 de septiembre de 2012

Excusas

Conforme uno se detiene a observar cuidadosamente lo que se ofrece en la televisión puede quedar impactado. Sangre, asesinatos, accidentes, robos violaciones y demás por las mañanas; “telelloronas” o conocidos programas concurso por la tarde; y por la noche, justo antes del sueño reparador para el siguiente día, más sangre en nuestros veraces noticieros.

Uno no sabe qué ver y el otro
no sabe cómo hablar
En la televisión peruana -y supongo que en la de muchos países más- se muestra poco, no hay variedad de contenidos. La televisión es un medio impresionante y que suele estar en manos equivocadas… algunos podrían decir que la libertad de empresa lo permite y quizá tengan razón, pero cuando por esta “libertad” simplemente entorpece o por centrarse en lo que “vende” se pierden tantas cosas interesantes y enriquecedoras por conocer.

Intento en este post dar un vistazo por el contenido de la televisión, pero más que eso quiero hacer un listado… un listado de ciertas excusas, excusas que suelen usarse para justificar el contenido de ciertos programas.

Para empezar, tengo que centrarme en el caso peruano -no puedo hablar de otro. La Ley peruana de Radiodifusión señala en su artículo nueve, en el primer inciso, que "[La radiodifusión comercial] Son aquellos cuya programación está destinada al entretenimiento y recreación del público, así como a abordar temas informativos, noticiosos y de orientación a la comunidad, dentro del marco de los fines y principios que orientan el servicio"(ver aquí). Si el principal motivo de los medios peruanos, ex profeso en ley, es el entretenimiento, ¿de qué quejarnos?

Suele pasar...
El motivo de la queja es que la sangre, los robos y desgracias, la vulgaridad y el mal gusto se consideren sinónimo de entretenimiento y recreación o, mucho peor, de temas informativos y noticiosos. Con todo esto distorsionado uno se atrevería a pensar que las diversas producciones de televisivas podrían encontrar en la educación un nuevo destino… ahí surge nuestra primera excusa que reza que si se intentase hacer un trabajo educativo nadie lo vería.

En el Perú hay ejemplos que pueden desmentir esto. En primer lugar, el mayor contenido educativo que se puede encontrar en señal abierta proviene del canal del Estado. Claro, no es un canal comercial pero es un buen ejemplo que este tipo de programas sí son vistos y, más aún, apreciados. Y en las televisoras comerciales no se ha intentado, o no como se debería, una verdadera iniciativa netamente educativa.

Pero si la televisión está para mostrar “lo que le gusta a la gente”, esta es nuestra segunda excusa. La oferta “variada” se supone que se dirige a todo tipo de público… mentira. Cómo culpar a la ama de casa, que no posee servicio de cable, que en sus tardes no vea novelas o programas de farándula en las noches; si es, prácticamente, lo único que se muestra. ¿Cómo y en qué momento lo que le gusta a la gente se redujo tanto…?

Tendríamos que explicar entonces que la televisión comercial vende espacios publicitarios, es de ahí de donde provienen sus mayores ingresos. Cuando se crea un programa no se está pensando en lo que le gusta a la gente… se piensa en lo que se le va a vender a la gente. Programas del mediodía llenos tandas comerciales con productos de belleza, supermercados, oferta, todo lo que se el público objetivo del programa puede adquirir. Los programas “informativos”: aseguradoras, universidades, etc.

En este ínterin, ¿a cuánta gente de verdad le termina gustando lo que ve? Personalmente, pienso que eso podría frenarse el momento en el que se le ofrezca otra cosa: entretenimiento de verdad, comedia que no necesita apelar a lo vulgar, informativos serios, música de todas las denominaciones pero de calidad, y un largo etcétera.

Por último, está la típica respuesta de los conductores de programas recurrentemente cuestionados: “Si no les gusta lo que hago, cambien de canal”. Esta es con la única con la que podría estar de acuerdo. Es claro que existe la posibilidad de que si algo no me gusta en la televisión cambiar de canal o, en el peor de los casos, apagar el televisor.

Nuestra defensa: la cultura
No puedo estar en completo acuerdo con esta postura pues tiende a ser una salida facilista. Renunciar, alejarse y resignarse a la oferta televisiva… no hagas nada más. ¿Es que acaso no se puede intentar mejorar las cosas o poner un freno a tanta mediocridad?

Es más que seguro que el cambio no iniciará en los que controlan toda esta maquinaria, el cambio tiene que partir de uno. Una manera de empezar -en opinión- es cultivándose, aprendiendo a distinguir lo que es de calidad y de verdad vale la pena, e intentar de una u otra manera de difundir todas las buenas propuestas que puedan aparecer.

lunes, 20 de agosto de 2012

Callao querido...

Cada 20 de agosto se conmemora, en el Callao, el haber sido nombrado "Provincia Constitucional" tras defender el régimen de Ramón Castilla de los insurrectos seguidores del general Manuel Vivanco en 1857. Al conseguir la victoria "el diputado por el Callao, Manuel Toribio Ureta, propuso, en la Convención, que se le llamara “Provincia Constitucional” al Callao, idea que fue aprobada sin mayor trámite (blog de Juan Luis Orrego)."

El Callao es más que fanáticos de la salsa -sin desmerecer, me gusta la salsa-, "cuna de delincuentes" y cevicherías; es, también, historia, tradición, gente pujante y más todavía... Esta crónica la hice para un curso en la universidad y la publico en homenaje a lo que fue el Callao, con esperanza a lo que será y resaltar la importancia de saber donde uno está parado.


martes, 7 de agosto de 2012

Como los niños...

Hace tiempo que no publico nada así que aprovecharé esta canción de Facundo Cabral: Vuele bajo. Según él -durante una entrevista en un programa argentino- fue la primera canción que compuso y cantó en publico.

Atención a la letra... volemos bajo, miremos abajo y pongamos atención a la familia, a los amigos, a la diversión, a un buen libro, a una buena charla, a un buen trago... a las cosas que de verdad importan y nos hagan feliz. Seamos como el niño, sorprendámonos de todo y de nada.

Risueños como los niños... la vida puede ser complicada y alocada, pero Facundo pudo enseñarnos que pese a las adversidades podemos seguir siendo felices. Seamos curiosos, pícaros, inocentes y sin malicia... seamos eso y mucho más; seamos como los niños.



-Gracias...gracias. Dios espera que el hombre vuelva a ser un niño para recibirlo en su seno.

No crezca mi niño, no crezca jamás
los grandes al mundo le hacen mucho mal.
El hombre ambiciona cada día más.
Y pierde el camino por querer volar.

Coro:
Vuele bajo porque abajo 
está la verdad.
Eso es algo que los hombres
no aprenden jamás.

Por correr el hombre no puede pensar
que ni el mismo sabe para a donde va.
Siga siendo niño y en paz dormirá
sin guerras ni máquinas de calcular.

Coro:
Vuele bajo porque abajo 
está la verdad.
Eso es algo que los hombres
no aprenden jamás.

-Diógenes cada vez que pasaba por el mercado se reía porque decía que le causaba mucha gracia y a la vez le hacía muy feliz ver cuantas cosas había en el mercado que el no necesitaba. Es decir, que rico no es el que más tiene sino el que menos necesita... es decir, mano ocupada, mano perdida... es decir, el conquistador por cuidar su conquista se transforma en esclavo de lo que conquistó. San Francisco decía lo que talvez era la fórmula de la felicidad: Deseo poco y lo poco que deseo, lo deseo poco.

Dios quiera que el hombre pudiera volver
a ser niño un día para comprender...
que está equivocado si piensa encontrar
con una chequera la felicidad.

Coro:
Vuele bajo porque abajo 
está la verdad.
Eso es algo que los hombres
no aprenden jamás.

-Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos será el reino de los cielos, que si se me permite -y de esto doy fe-, incluye la Tierra; aunque los hombres...

no aprende jamás...

jueves, 2 de agosto de 2012

Nostalgia con pisco


Este fue la última crónica que escribí para mi curso de Taller de Periodismo Interpretativo... Me gusta y espero también sea de su agrado posibles invadidos. Ahí les va...