Saludos posibles invadidos
Como les comente hace poco -menos de un día- intentaré escribir de la manera más seguida posible. En esta ocasión será sobre un libro de cuentos, pero primero agradeceré a Fresi, una amiga de que estudia Literatura, por prestarme este libro -ojalá me lo hubiese regalado.
Portada del libro |
No puedo quejarme de ninguno pero tengo que elegir unos pocos para comentar. Me quedo con tres: el primero se llama «Uno» que cuenta la historia de un joven trabajador que es golpeado por un celoso colega bastantes años mayor que él -no se preocupen no les haré spoiler. El segundo es «Sensación» donde un pobre hombre es atormentado todas las noches por inquietantes sonidos y pequeños golpes que no lo dejan dormir, angustiado acude a un psiquiatra y este le dice que todo esta en su mente que lo que tiene es "sensación" y le prescribe unas enormes pastillas... ¿todo estaba en su mente?. Y, finalmente, «El recogedor» donde Noveno Santa Cruz es testigo de una sucia práctica que se comete contra los que siempre llevan las de perder: los pobres (no sólo de bienes sino también de espíritu).
Juan Rivera Saavedra
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El primer cuento es -parafraseando a Ronceros- una historia en donde se muestra la cosificación del hombre y la humanización de la cosa; no permitamos eso, no perdamos lo que nos hace únicos por culpa de los bienes, no perdamos de vista lo que realmente importa. «Sensación» me recuerda el objetivo de este blog, permitir escuchar, callar y obedecer con la cabeza gacha no es algo que pretendo aceptar. «El recogedor» en cambio es -ahora parafraseando a un profesor mío que parafrasea a César Rodríguez Rabanal- el resultado de las Cicatrices de la pobreza: el envilecimiento, sobrevivir sin que importe el resto.
Les dejo con el último cuento, disfrútenlo... "Brevedad, precisión y concisión".